La concejal de Resistencia Lucila Massín impulsa un proyecto de ordenanza para crear una Escuela Municipal de Guardavidas, con el objetivo de garantizar formación profesional, control y supervisión en todos los espacios acuáticos habilitados de la ciudad, en el marco de la adhesión plena a la Ley Lourdes.
La iniciativa, presentada en febrero y aún sin tratamiento legislativo, apunta a prevenir hechos trágicos en un contexto de creciente uso recreativo, deportivo y turístico de ríos, lagunas y natatorios, especialmente durante la temporada de verano.
Massín explicó que la propuesta surge a partir de la falta de aplicación efectiva de la normativa vigente y de la detección de prácticas irregulares en distintos municipios, donde se habilitan cursos breves que no cumplen con los estándares profesionales exigidos para el ejercicio de la actividad. “No alcanza con hacer un curso de dos o tres meses; tiene que existir un entrenamiento acorde para contar con un profesional idóneo en la supervisión y control de los espacios acuáticos”, sostuvo.
La concejal señaló que el proyecto se trabaja de manera articulada con referentes del sector, entre ellos Francisco Porto, con quien analiza las posibilidades concretas de intervención municipal. En ese sentido, indicó que el eje central de la ordenanza está puesto en la formación, más que en la simple habilitación de espacios. “Pretendimos que el municipio pudiera sumar herramientas reales, no solo normativas, para garantizar la seguridad acuática”, afirmó.
Massín remarcó que Resistencia presenta características particulares que vuelven indispensable una regulación integral. “La ciudad está atravesada y abrazada por espejos de agua, ríos y lagunas, y hay un crecimiento sostenido de actividades ecoturísticas, deportivas y recreativas”, explica, al tiempo que advierte sobre la falta de controles específicos en propuestas como el canotaje, los bicibotes y otras prácticas desarrolladas en ámbitos naturales.
En ese marco, la concejal plantea la necesidad de que el municipio cuente con un registro sistematizado de guardavidas debidamente capacitados, que pueda ser utilizado tanto por emprendimientos privados como por actividades públicas. “Lo que buscamos es que el municipio tenga un control mucho más específico y una información operativa y rápida sobre quiénes están formados y preparados para acudir ante cualquier demanda”, señaló.
Massín considera que la ausencia de regulación deja expuestos tanto a usuarios como a emprendedores. “Si hay una actividad privada de entrenamiento deportivo o ecológico, el municipio tiene que saber quiénes son los guardavidas habilitados para participar y articular desde esa actividad”, afirmó. En ese sentido, subrayó que una escuela municipal permitiría centralizar la formación, la certificación y la supervisión.
La edil recprdó que la propuesta se presenta poco después de la sanción de la Ley Lourdes en la provincia, norma que establece la obligatoriedad de contar con guardavidas profesionales en todos los espacios acuáticos habilitados. “Nosotros pretendemos que el municipio adhiera tanto a la ley provincial como a la nacional, y que pueda implementarlas con planificación y supervisión”, explicó.
Según detalló, el proyecto permanece en la comisión de Obras y Servicios Públicos, sin lograr aún dictamen para su tratamiento en el recinto. “Insistí en varias oportunidades para que se trate, sobre todo teniendo en cuenta que nos acercamos a la temporada de verano, cuando se habilitan quinchos, natatorios y colonias de vacaciones”, expresó.
Massín advitió que durante el receso escolar aumenta la demanda de actividades destinadas a infancias y jóvenes, muchas de ellas vinculadas al agua, sin que exista un control municipal adecuado. “Sabemos que hay colonias y espacios recreativos que no cuentan con un profesional idóneo para llevar adelante la tarea de prevención”, indicó.
La concejal sostuvo que la iniciativa busca anticiparse a situaciones de riesgo y evitar que la política actúe únicamente después de una tragedia. “Siempre decimos que la política llega tarde, que reacciona después de un hecho desafortunado. Nosotros queremos construir condiciones previas para prevenir”, afirmó.
En relación con la viabilidad política del proyecto, Massín se muestra confiada en que la ordenanza pueda reunir consensos entre los distintos bloques. “Estas iniciativas no responden a un espacio político en particular, sino que tienen la finalidad de dar respuesta a una demanda de la sociedad”, señaló.
En ese sentido, afirmó que la discusión no debería centrarse en disputas partidarias ni en negociaciones coyunturales. “Somos servidores de nuestros vecinos y de nuestra comunidad, y la negociación política debería apuntar a que esta propuesta se transforme en una realidad efectiva”, sostuvo.
Massín recordó que desde octubre insiste públicamente en la necesidad de avanzar con el tratamiento del proyecto, ante la inminencia del verano. “Estamos en diciembre y todavía no se trata. Si no es este año, será el año que viene, pero seguimos insistiendo porque es una necesidad real de nuestra ciudad”, remarcó.
La edil también puso el foco en el impacto que una regulación clara podría tener en el sector privado. Explica que emprendedores que deseen habilitar quinchos, natatorios o espacios recreativos podrían recurrir al municipio para contratar guardavidas certificados, reduciendo riesgos legales y humanos. “El municipio puede garantizar que esas personas estén capacitadas y habilitadas”, indicó. Massín vinculó esta problemática con las consecuencias institucionales y sociales que dejaron hechos trágicos ocurridos en años anteriores. “No solo hubo una pérdida irreparable, sino también emprendimientos que se cerraron y personas que perdieron su fuente de trabajo”, recordó, al señalar la importancia de la responsabilidad estatal en toda la cadena de habilitaciones y controles.
Finalmente, la concejal reiterósu pedido para que el Concejo Municipal avance con el tratamiento de la ordenanza y destaca la necesidad de que Resistencia cuente con herramientas propias para abordar la seguridad acuática. “Es una demanda que viene en aumento y que necesita respuestas concretas. El municipio tiene que estar preparado”, concluyó.

