A casi cuatro meses de haberse fugado y haber cometido, en pocas horas, una serie de delitos -incluido el asesinato de un taxista–, la Justicia dictó la prisión preventiva de Roberto Carmona, la Hiena Humana, que está a punto de cumplir 35 detenido, condenado ya por otros tres crímenes.
La medida también alcanza a su esposa, a la que había ido a realizar una visita conyugal autorizada cuando intentó fugarse, y a los seis guardiacárceles que lo habían traído a esta ciudad desde el Chaco y debían custodiarlo, aunque lo perdieron de vista porque estaban viendo el partido de la selección argentina contra Croacia en el Mundial de Qatar.
El fiscal Horacio Vázquez -publicó La Nación- dictó la prisión preventiva de Carmona por el crimen del taxista Javier Rodrigo Bocalón (42). Los peritajes confirmaron que el delincuente lo apuñaló varias veces en el cuello y también en la espalda y el brazo derecho. Una vez muerto, lo corrió al asiento del acompañante para conducir el vehículo, que terminó chocando. Además, le imputó el robo calificado por el uso de arma reiterado por los ataques a particulares para sustraerles sus autos.
Vázquez también dictó la prisión domiciliaria para la esposa de Carmona, Ángela Etudie (cumple domiciliaria), y los guardiacárceles David Rubén Bravo, Walter Gustavo Gómez, Leandro Omar González, Juan José Penayo, Liber Omar Salinas y Jorge Antonio Sánchez. A todos por el delito de favorecimiento a la evasión.
Carmona (61) acumula tres condenas a prisión perpetua. El 13 de diciembre pasado se escapó en Córdoba, adonde había llegado para una visita conyugal, trasladado por el Servicio Penitenciario del Chaco, que no notificó a la policía local de la presencia de la Hiena Humana en la capital provincial.
Estaba en la casa de Etudie en el barrio Las Violetas, de donde salió, tomó el taxi y mató al chofer. Acto seguido, chocó; se bajó, amenazó a otras mujeres para robarles un auto y lo recapturaron en medio de los festejos por el avance de la selección argentina en el Mundial de Qatar, tras haber vencido a Croacia.
Antes de que se declarara la pandemia del Covid-19, Carmona -que pasó por institutos de menores, y las cárceles de Olmos, Sierra Chica, San Nicolás, La Plata, Junín, Córdoba, Corrientes y Chaco- viajaba cada seis meses desde la prisión chaqueña de Sáenz Peña hasta Córdoba para visitar a su esposa durante cinco días.
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