El sistema D’Hondt es un mecanismo de asignación proporcional utilizado para distribuir escaños en cuerpos legislativos según los resultados electorales.
Este método, que lleva el nombre del jurista y matemático belga Víctor D’Hondt, tiene como objetivo traducir los votos en representación parlamentaria de manera equitativa, premiando a las fuerzas con mayor respaldo, pero sin excluir completamente a las minoritarias.
En las elecciones legislativas de mañana, este sistema vuelve a ser clave, dado que se renovarán 16 bancas en la Legislatura provincial y competirán 11 fuerzas políticas. Su implementación permite que se asignen los escaños conforme al caudal de votos de cada partido o alianza, favoreciendo la representación proporcional sin necesidad de una segunda vuelta.
La mecánica consiste en dividir la cantidad total de votos obtenidos por cada agrupación por una secuencia de números naturales consecutivos: 1, 2, 3, y así sucesivamente.
Se toman los cocientes más altos hasta completar la cantidad de bancas disponibles. Este criterio se aplica exclusivamente en comicios legislativos y no en elecciones ejecutivas.
SIMULACIÓN PRÁCTICA DEL SISTEMA D’HONDT
Para entender su funcionamiento, se puede ejemplificar con un escenario hipotético: si votaran 600 mil personas, y el partido A obtuviera 270 mil votos (45%), el partido B 240 mil (40%) y el partido C 90 mil (15%), se calcularía una tabla de cocientes dividiendo cada resultado sucesivamente por 1, 2, 3, etcétera, hasta obtener los 16 valores más altos.
Cada vez que uno de los cocientes figura entre los más altos, se le asigna una banca al partido correspondiente. Este sistema garantiza que los partidos con mayor cantidad de votos sean los más representados, pero también que aquellos con un apoyo menor, aunque significativo, tengan la posibilidad de acceder a escaños.
Es importante destacar que la eficacia del método depende de la correcta realización del cálculo y de la transparencia del proceso.
Si bien puede parecer complejo en su lógica, su aplicación práctica ha demostrado ser efectiva en la asignación proporcional de representación.
UMBRAL MÍNIMO PARA ALCANZAR UNA BANCA
El sistema D’Hondt no establece un umbral explícito, pero en la práctica, se reconoce un piso aproximado. En el caso chaqueño, se estima que una fuerza política debe alcanzar alrededor del 6% del total de los votos para poder obtener una banca en la Legislatura.
Sin embargo, este porcentaje puede variar según el número de votantes y cómo se repartan los sufragios entre las fuerzas.
Esto implica que, si una agrupación no supera ese umbral estimado, sus chances de ingresar al recinto son escasas. El objetivo implícito de esta barrera es evitar una fragmentación excesiva en la representación parlamentaria, privilegiando la gobernabilidad, pero sin excluir a las minorías relevantes.
La competitividad entre las 11 fuerzas políticas que se presentan en esta elección hace que el reparto de bancas sea más incierto, dado que una mayor dispersión del voto puede alterar el umbral efectivo. La proporcionalidad se mantiene, pero el acceso se vuelve más exigente en contextos de atomización política.
Diferencias con otros sistemas electorales
El sistema D’Hondt se aplica exclusivamente a elecciones legislativas, tanto en el ámbito provincial como en el nacional. No se utiliza para cargos ejecutivos como gobernador, presidente o intendente, donde se impone la mayoría simple o el sistema de balotaje, según lo establezca la normativa vigente.
Una excepción destacable es el Senado nacional, donde la distribución de escaños no responde al D’Hondt, sino a una fórmula específica prevista en la Constitución: la primera fuerza se queda con dos bancas y la segunda con una. Este esquema busca garantizar representación a la minoría más votada, pero limita la proporción estricta.
Este contraste con otros mecanismos electorales pone en evidencia la versatilidad del sistema argentino, que adopta diferentes reglas según la naturaleza del cargo en disputa. En el caso legislativo, la prioridad es asegurar representación plural, mientras que en los ejecutivos prevalece la definición clara de un ganador.
Veedores y transparencia en el escrutinio
De cara a las elecciones de mañana, el Tribunal Electoral del Chaco dictó la resolución 151/25, en la que se autoriza la presencia de veedores técnicos y fiscales informáticos acreditados por las agrupaciones políticas en las instalaciones de Ecom Chaco SA, responsable del procesamiento de datos electorales.
La medida rige desde el viernes 9 de mayo hasta la finalización de los escrutinios provisorio y definitivo. Además, se exige a Ecom que adopte todas las medidas necesarias para garantizar la transparencia y operatividad de sus procedimientos técnicos, permitiendo su observación conforme a lo establecido.
Esta decisión se enmarca en una solicitud formal presentada por la Alianza Transitoria Frente Chaco Merece Más, con el objetivo de asegurar que «la expresión genuina de la voluntad de la ciudadanía a través del cuerpo electoral se vea reflejada en los resultados de los comicios».
Relevancia política de las elecciones
La asignación de las 16 bancas en disputa no solo configura la correlación de fuerzas dentro de la Legislatura chaqueña, sino que también condiciona la capacidad de gobernabilidad del Ejecutivo y las futuras alianzas políticas. Un reparto equilibrado puede fomentar acuerdos, mientras que una mayoría clara facilita la implementación de agendas legislativas.
La composición resultante definirá el mapa político provincial para los próximos años, influyendo en temas como el tratamiento del presupuesto, las reformas institucionales, las leyes de endeudamiento y el control de los actos de gobierno. Por eso, el método de asignación cobra especial relevancia más allá del conteo matemático.