Además del Chaco, ayer, Salta, Jujuy y San Luis celebraron elecciones legislativas provinciales. Los comicios estuvieron marcados por una participación ciudadana moderada, un dato que resultó determinante para los distintos análisis políticos posteriores.
En Salta, la concurrencia fue del 57,75%, una cifra que se mantuvo en línea con anteriores convocatorias, aunque lejos del ideal democrático. A pesar de las denuncias de presuntas irregularidades por parte del espacio libertario, no se registraron incidentes graves durante la jornada.
El gobernador Gustavo Sáenz logró un contundente triunfo, obteniendo 11 de las 12 bancas en el Senado y 20 de las 30 en la Cámara de Diputados. El resultado reafirma su liderazgo territorial, aunque se observó una tendencia distinta en la capital provincial.
La sorpresa en Salta fue el desempeño de La Libertad Avanza en el distrito capitalino, donde obtuvo la banca al Senado. Emilia Orozco, diputada nacional y referente de la fuerza en la provincia, encabezó una campaña centrada en el descontento urbano.
Agustín Romo, diputado bonaerense cercano al asesor presidencial Santiago Caputo, se mostró entre los primeros en celebrar el logro libertario. «Este resultado confirma que el cambio también llega a las provincias», afirmó.
El Partido Justicialista, el PRO y la UCR no lograron representación legislativa en Salta. Los tres espacios quedaron relegados al tercer y cuarto lugar, detrás del oficialismo provincial y de los libertarios.
Tras la ruptura de Sáenz con Unión por la Patria, el PJ fue intervenido y se reagrupó como Frente Justicialista Salteño, con apoyo de figuras como Sergio Oso Leavy y el diputado Emiliano Estrada.
Sin embargo, el resultado electoral evidenció un impacto limitado de este reordenamiento.
Además de legisladores provinciales, en Salta se eligieron 121 concejales y 232 convencionales municipales. Esta multiplicidad de cargos reflejó un entramado político complejo y altamente territorializado.
Ante las denuncias de los libertarios por supuestas irregularidades, la justicia electoral local aseguró que el proceso se desarrolló con normalidad. Desde el oficialismo también desestimaron las acusaciones.
JUJUY: UN CONTEXTO POLÍTICO DIFERENTE
En Jujuy, se renovaron 24 de las 48 bancas de la Legislatura Unicameral. El gobernador Carlos Sadir expresó su expectativa de una «buena concurrencia», aunque en la capital provincial la participación fue de apenas el 50%.
La baja participación jujeña se explicó en parte por la dispersión del voto opositor. El espacio libertario no logró consolidarse como una opción unificada, presentando listas con escasa articulación y denuncias cruzadas por violación a la veda.
El oficialismo jujeño puso en juego 18 de sus 31 bancas y afrontó una elección clave para mantener su mayoría. La baja asistencia podría haber influido en una distribución más equitativa de escaños entre las fuerzas en disputa.
A pesar de los cuestionamientos durante la campaña, el proceso electoral jujeño transcurrió sin mayores inconvenientes. Las autoridades informaron que no se registraron incidentes durante la jornada.
En Jujuy, los datos oficiales se conocieron más lentamente. La baja participación podría tener un peso significativo en la conformación del nuevo equilibrio legislativo.
SAN LUIS: NUEVO CICLO POLÍTICO
En San Luis, la renovación alcanzó a 22 de las 43 bancas de la Cámara de Diputados y 4 de los 9 escaños del Senado. El actual gobernador Claudio Poggi buscó consolidar su gobierno, tras haber sucedido al histórico dominio de los hermanos Rodríguez Saá.
Hasta las 16 horas, el 58% del padrón había emitido su voto. La cifra, aunque mayor a la de Jujuy, también reflejó una asistencia por debajo de lo esperado en una elección legislativa provincial.
Desde el entorno de Poggi manifestaron que estaban realizando una «gran elección» y destacaron buenos resultados incluso en bastiones del peronismo tradicional. La participación fue considerada suficiente para validar los cambios impulsados por el nuevo oficialismo.
Con esta elección, San Luis podría confirmar el ocaso de un ciclo político iniciado hace décadas por el peronismo local. La baja participación, sin embargo, plantea interrogantes sobre la profundidad del consenso social.
Los comicios en San Luis se desarrollaron con normalidad. Las autoridades electorales no reportaron irregularidades, y el conteo avanzó sin dificultades.