Tras el anuncio del Superior Tribunal de Justicia (STJ) del Chaco de habilitar un concurso exclusivo para la incorporación laboral de personas travestis y trans al Poder Judicial, la presidenta de la organización, la Fundación Furia Travesti Úrsula Sabarece, explicó que el mismo surgió en respuesta a un reclamo formal por la aplicación del cupo según lo establece la legislación vigente. La medida fue celebrada como un hecho inédito en la provincia y como un ejemplo de acción afirmativa en uno de los poderes más conservadores del Estado.
“Se publicó un concurso general y en ese concurso habían omitido la ley de incorporación de población travesti y transgénero al ámbito laboral”, señaló.
Según relató, la situación motivó un descargo en redes sociales y notas formales al STJ: “Revisaron esa situación, habilitaron este concurso para población travesti transgénero y a partir de ahí se generó también un proceso de buscar una resolución, la mejor manera de poder tener los mismos requisitos que el general”.
La referente subrayó que el paso dado por el Poder Judicial chaqueño es pionero: “No todas las provincias tienen este acceso a un concurso para población travesti transgénero, son muy pocas las que están llevando adelante esta implementación en sus estamentos. Que un poder tan cerrado y duro como el Judicial tenga esta apertura es algo muy de reconocer”, manifestó en contacto con Radio Libertad.
Respuesta y acción
Según detalló, la situación fue advertida primero en las redes sociales. “Yo hice un descargo prácticamente en mis redes sociales y ahí se tomó conocimiento. Mandamos también las notas formales al Superior Tribunal de Justicia, como corresponde. Revisaron esa situación y habilitaron este concurso para población travesti transgénero”, explicó.
La decisión, destacó Sabarece, no es un simple gesto administrativo. “Es un avance muy importante. No todas las provincias, ni todos los poderes judiciales tienen este acceso a un concurso para población travesti transgénero. Son muy pocas las que están llevando adelante esta implementación en sus estamentos. Y sabemos que el Poder Judicial es un poder bastante cerrado, un poco duro. Que estos cinco ministros, dos ministras y los demás varones hayan firmado unánimemente es algo muy de reconocer”.
El trabajo detrás de la resolución
Sabarece insistió en que este logro no surgió de un día para otro. “No es de ahora. Se viene trabajando mucho con el Centro de Jueces y Juezas de Género. Las chicas que trabajan allí han aportado un montón de información para que esto sea posible. Nosotras también venimos desde años atrás dando capacitaciones al mismo Poder Judicial sobre la importancia de la inserción laboral”, remarcó.
En esas capacitaciones, recordó, no solo se explicaba la necesidad de un cupo, sino la idea de políticas de acción positiva. “Hablábamos de por qué existen políticas de acciones positivas hacia la población travesti-trans y hacia otros grupos también, como el de personas con discapacidad. Todo tiene un fundamento. No es un capricho”, afirmó.
La referente destacó además la participación de otras militantes en el proceso. “Sofía Díaz, una gran compañera, aportó con su conocimiento y también con esta primera voz de primera persona. La reunión de ayer fue un primer acercamiento a las y los ministros, que seguramente tienen un conocimiento muy por afuera y no habían escuchado nunca de primera mano estas realidades”.
Responder al odio con información
Sabarece analizó los discursos de odio que circulan en redes sociales. “Yo soy de leer mucho las redes y los comentarios. Hay mensajes cargados de desinformación, de mucho odio, sin comprender y sin entender”, expresó.
Para la presidenta de Furia Travesti, esos mensajes ignoran la exclusión estructural que atraviesa a la población travesti-trans.
En ese punto, Sabarece desafió directamente a quienes cuestionan el cupo laboral: “A esas personas les pregunto: ¿ustedes ven constantemente en lugares públicos, privados, en negocios, en estamentos del Estado, personas travestis y trans trabajando? No. No se ve. Y no es porque no busquemos. Muchas se animan a salir a buscar empleo y lo primero que escuchan es un ‘no, no tenemos lugar para vos’”.
El efecto
del rechazo
Ese “no” repetido, explicó Sabarece, tiene un efecto devastador. “Conlleva a desanimarte, a tirarte abajo. Te lleva a decir: ‘¿para qué voy a estudiar si nunca voy a tener oportunidad de empleo?’. Lo planteó muy bien Bianca Morales en la reunión con el Superior Tribunal: si no iba a tener oportunidad, ¿para qué estudiar?”.
La activista valoró que la apertura de un concurso específico en el Poder Judicial puede revertir esa sensación de derrota anticipada. “Hoy existe una posibilidad, mínima tal vez, pero posibilidad al fin. Eso hace que alguien piense en terminar la secundaria porque puede haber un concurso en el que tenga chance de participar. Es una luz de esperanza. Y no porque estemos caprichosas o queramos que nos regalen lugares. Vamos a concursar como todos. No van a dar un lugar a Úrsula ni a Bianca por ser referentes. Vamos a competir igual que las otras personas”, aclaró.
barreras educativas
Sabarece dejó en claro que el concurso mantiene las mismas exigencias que el general, salvo por un pequeño ajuste. “Lo único que se logró es agregar dos minutos más en la parte de escritura de 140 palabras. El temario es el .mismo. Va a ser costoso, porque hay compañeras que tal vez no terminaron la secundaria y tendrán que esforzarse para adquirir ese conocimiento”, explicó.
La razón de esa dificultad, dijo, está en la exclusión educativa histórica que sufrieron las personas travestis y trans. “Muchas abandonamos la primaria por la violencia en las escuelas. Cuando manifestábamos nuestra identidad, lo primero que hacía la institución era señalarnos como problema y buscar que abandonemos. No había pedagogías de acompañamiento. Era directamente: te vas. Y nunca más preguntaban si estabas bien, si comías, si estabas viva”.
Hoy, reconoció, hay algunos cambios. “En ciertos establecimientos se ve un proceso de acompañamiento y una conciencia en juventudes y adolescencias que contienen estas identidades. Eso hay que festejarlo. Pero todavía predomina más el abandono que la permanencia”.
la pérdida
de derechos
Una de las reflexiones más profundas de Sabarece giró en torno a la idea de contrato social. “Al nacer te asignan un sexo y un género. No te preguntan, te lo imponen. Y es como si firmaras un contrato social de heteronorma. Cuando lo rompés, cuando decidís vivir de otra manera, perdés todos esos derechos que en teoría están consagrados en la Constitución”, analizó.
Para la militante, la sociedad debe comprender que el acceso al empleo no es un privilegio, sino un derecho básico. “No estamos pidiendo un regalo. Estamos pidiendo igualdad. Que se nos reconozca como personas, como humanas, con los mismos derechos que cualquier otra construcción de vida válida en nuestra sociedad”, enfatizó.
Un horizonte de transformación
Sabarece proyectó su mirada hacia el futuro con esperanza, pero también con realismo. “Dentro de 10, 20 o 50 años, estas acciones positivas no deberían existir, porque no deberían ser necesarias. Pero hoy lo son. Porque todavía hay barreras sociales, culturales y educativas enormes. Si no hay un cambio de pensamiento social, vamos a seguir necesitando estas medidas”, señaló.
Ese cambio cultural, agregó, no se limita al Poder Judicial ni a los concursos. “Tiene que ver con la forma en que la sociedad nos mira. Tiene que ver con dejar de pensar que hay una sola manera legítima de ser, de vivir, de construir la vida. Nuestras construcciones son tan válidas como cualquiera”.
En cada tramo de la conversación, Sabarece volvió sobre la idea de esperanza. “Esto abre la posibilidad de que personas que habían perdido todo crean que pueden tener un trabajo. Y un trabajo cambia la vida: te da dignidad, te da derechos, te permite proyectar. No es un regalo, es un derecho que nos corresponde”.
Al mismo tiempo, subrayó que esa esperanza viene con responsabilidad. “Tenemos que prepararnos, formarnos, competir. Como todos. La diferencia es que ahora, al menos, nos dejan entrar a la cancha”.
El camino abierto por el concurso en el Poder Judicial, advirtió Sabarece, no resuelve todos los problemas. “Esto es apenas un paso. La verdadera lucha sigue siendo cultural y social. Necesitamos que la sociedad comprenda que no es un capricho, que no queremos privilegios, que lo que buscamos es igualdad real”, concluyó.