Un joven de 34 años fue asesinado este miércoles por la tarde de un disparo en la cara, en un hecho ocurrido en Villa Libertad que estaría vinculado a las drogas. El homicida fue detenido.
El hecho ocurrió minutos después de las 16, en Pasaje Duvivier y Fortín Rivadavia, en el marco de un «desorden de gran magnitud», según fuentes policiales.
La víctima fue identificada como Gastón Salinas, de 24 años, conocido como «Cuervito», quien el lunes por la noche habría estado involucrado en un altercado que terminó con un auto incendiado, en la zona de Fortín Aguilar y Duvivier.
Según informó la Policía sobre ese primer episodio, se trató de un desorden entre varias personas, con armas de fuego, en el que un joven fue abordado por cuatro personas que terminaron prendiendo fuego su vehículo Chevrolet Cruze.
Una mujer relató que su hijo de 19 años conducía el auto, cuando fue interceotado por «Cuervito» Salinas, quien días atrás habría sustraído un teléfono celular a un familiar.

La Policía no descarta que el crimen de este miércoles tenga relación con ese episodio, aunque trabaja otra hipótesis vinculada a la venta y consumo de estupefacientes.
PROBLEMA DE DROGAS
Otra de las versiones del crimen surgió del testimonio de la madre del hombre asesinado. La mujer denunció el avance del narcotráfico en el barrio y la falta de acción policial. “Desde los 14 años consume droga, lo que pasó es culpa de los dealers”, afirmó.
A.S.relató que su hijo había tenido un violento enfrentamiento con un hombre apodado Lachi, apenas dos días antes del crimen. “Hace dos días Lachi le rompió la cabeza porque se gastó la plata”, dijo, sugiriendo que ese conflicto estaría vinculado al homicidio.
La mujer aseguró que su hijo fue víctima de un entramado de violencia alimentado por el consumo y la venta de drogas. “Desde los 14 años consume y traté muchas veces de internarlo, pero con la famosa ley salía cuando él quería. Lo que pasó es consecuencia directa de los dealers que operan libremente en Villa Libertad. Son muchísimos y todo el mundo se calla”, advirtió.
Asimismo, señaló que la situación en el barrio es crítica: “Cada dos o tres casas hay un punto de venta de droga, y los mismos policías vienen y no hacen nada. Mujeres con nenes de dos años, niñas de seis años se drogan. La juventud está poseída”.
La mujer afirmó haber sido amenazada por denunciar y pidió protección. “Si tuviera cobertura, daría los nombres, pero temo por mi vida, por mi familia y por mis nietos”, concluyó.