El Instituto Provincial para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Iprodich) renovó su pedido a la comunidad chaqueña para que las fiestas de fin de año se celebren sin el uso de pirotecnia.
La iniciativa se enmarca en una política sostenida de concienciación social orientada a resguardar el bienestar de los sectores más vulnerables.
Desde el organismo provincial se remarcó que el uso de fuegos artificiales genera consecuencias negativas que trascienden lo recreativo y afectan de manera directa la salud física y emocional de personas con discapacidad, adultos mayores y animales.
En este contexto, el llamado adquiere especial relevancia debido a la reiteración de episodios de malestar y crisis asociadas a los estruendos propios de estas prácticas.
La presidenta del Iprodich, Ana Mitoire, reiteró el mensaje institucional con énfasis en la responsabilidad colectiva, destacando la necesidad de promover celebraciones inclusivas que contemplen la diversidad de realidades presentes en la sociedad chaqueña durante fechas de fuerte carga emocional y social.
IMPACTO DE LA PIROTECNIA EN LA SALUD
Mitoire señaló que el pedido responde a la necesidad de «respetar y salvaguardar el bienestar físico y mental de las personas con discapacidad, de las personas de la tercera edad y de los animales».
La afirmación pone el foco en los efectos nocivos que los ruidos intensos pueden provocar, especialmente en quienes presentan mayor sensibilidad sensorial.
Desde el Iprodich se explicó que, si bien existe una creciente conciencia sobre el sufrimiento que la pirotecnia causa en los animales, resulta indispensable ampliar la mirada hacia otros grupos afectados. En ese sentido, se destacó que el impacto en las personas con discapacidad suele permanecer invisibilizado dentro del debate público.
La titular del organismo puntualizó que «muchas veces no se habla del daño que produce en personas con discapacidad, como la hipersensibilidad auditiva en personas con autismo o la sobreexcitación que puede provocar en personas con discapacidad motriz», subrayando la importancia de comprender las consecuencias concretas que estos estímulos generan en la vida cotidiana.
VISIBILIZACIÓN Y DERECHOS
El llamado del Iprodich se inscribe en una perspectiva de derechos que busca garantizar condiciones de igualdad y respeto para todas las personas. Desde el organismo se enfatizó que celebrar sin pirotecnia no implica resignar el espíritu festivo, sino adaptarlo a prácticas más empáticas y responsables.
La hipersensibilidad auditiva, frecuente en personas dentro del espectro autista, puede desencadenar episodios de angustia, ansiedad o crisis severas ante ruidos inesperados y de alta intensidad. A ello se suman reacciones de sobreexcitación en personas con discapacidad motriz, que pueden comprometer su estabilidad física y emocional.
En este marco, el Instituto reiteró la necesidad de que la sociedad en su conjunto incorpore estas realidades al momento de tomar decisiones individuales, entendiendo que la inclusión se construye a partir de acciones concretas y cotidianas.
APELACIÓN A LA CONCIENCIA COLECTIVA
Desde la conducción del instituto se apeló a la reflexión comunitaria como eje central del mensaje. Mitoire instó a «pensar siempre en el otro, respetar derechos y contribuir a que todos podamos pasar unas fiestas en paz», destacando el valor de la empatía como principio rector de la convivencia social.
El pedido se presenta como una invitación a revisar prácticas culturales arraigadas a la luz de sus consecuencias, promoviendo un cambio de hábitos que priorice el cuidado y el respeto mutuo.
En este sentido, el organismo considera que la sensibilización social es una herramienta clave para avanzar hacia una provincia más inclusiva.

