La actriz francesa Brigitte Bardot, ícono del cine europeo y una de las figuras más influyentes de la cultura del siglo XX, murió este domingo a los 91 años. La noticia fue confirmada por la Fundación Brigitte Bardot, institución que ella misma creó y presidió durante décadas.
“La Fundación Brigitte Bardot anuncia con inmensa tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta, la señora Brigitte Bardot, actriz y cantante mundialmente reconocida, que decidió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y su energía a la defensa de los animales”, informó la organización en un comunicado remitido a la agencia AFP, sin precisar el lugar ni la fecha exacta del deceso.
Bardot alcanzó fama internacional en los años 50 y 60 con protagónicos inolvidables como Y Dios creó a la mujer (1956) y El desprecio (1963). A lo largo de dos décadas de carrera filmó cerca de medio centenar de películas y grabó más de 70 canciones, consolidándose como un símbolo de sensualidad, libertad y rebeldía que marcó una época. Su imagen se convirtió además en un emblema del cine y la moda europea.
Nacida en 1934 en el seno de una familia burguesa francesa, mostró desde joven una fuerte inclinación por la danza y el modelaje. En 1970, en el apogeo de su popularidad, decidió retirarse definitivamente del cine para dedicarse por completo a otra de sus grandes pasiones: la defensa de los animales. Ese compromiso la llevó a fundar en 1986 la Fundación Brigitte Bardot, desde donde impulsó campañas contra el maltrato animal en todo el mundo.
En los últimos años, la actriz también fue protagonista de polémicas por sus declaraciones sobre política, migración y la caza furtiva, algunas de las cuales derivaron en causas judiciales por difamación. En su libro Mon BBcédaire, publicado en octubre de 2025, defendió su postura con una frase que sintetizó su carácter: “La libertad es ser uno mismo, incluso cuando incomoda”. En esa misma obra expresó duras críticas sobre el presente de Francia y manifestó su cercanía con la dirigente de ultraderecha Marine Le Pen.
Su vida personal también estuvo marcada por episodios complejos. Se casó con el director Roger Vadim, a quien definió como “su primer amor”, y con quien inició su carrera cinematográfica. En 1960 fue madre de Nicolas, su único hijo, una experiencia que describió como “traumática” y cuya crianza dejó a cargo de su entonces esposo Jacques Charrier.
En sus últimos años vivió en el sur de Francia, entre su emblemática residencia “La Madrague” y otra propiedad conocida como “La Garrigue”, rodeada de animales. En una entrevista concedida en mayo pasado a la cadena BFMTV, confesó que anhelaba “la paz y la naturaleza” y aseguró vivir “como una granjera”, sin teléfono ni computadora.
El presidente francés, Emmanuel Macron, la despidió con un mensaje emotivo en la red social X: “Brigitte Bardot encarnó una vida de libertad. Una existencia francesa, un resplandor universal. Lloramos a una leyenda del siglo”.
En el último tiempo, Bardot atravesó diversos problemas de salud que motivaron internaciones e intervenciones médicas, incluida una hospitalización por insuficiencia respiratoria en enero de 2023. Meses atrás, su fundación había desmentido versiones sobre su fallecimiento y pedido respeto por su privacidad.
Con su muerte, se cierra un capítulo fundamental del cine y la cultura francesa, pero permanece el legado de una mujer que eligió renunciar a la fama para dedicar su vida a una causa que consideró más grande: la defensa de los animales.


