Con más de tres décadas de existencia, los taxis y remises en la provincia atraviesan una de sus peores épocas. La pandemia diezmó al sector, y en solo dos años perdió el 45% de las unidades, que representan a 1.500 puestos laborales menos. Al tiempo que continúan sufriendo los embates de la inflación, con el aumento del combustible empujó la tarifa mínima de $180 a $220, lo que encarece el servicio y retrae la demanda.
Pese al movimiento económico que genera el sector, desde donde se vuelcan a la más de $3 mil millones en la provincia, y la importancia del servicio que realizan, con el transporte de pasajeros, llegando a lugares y horarios donde no alcanza el transporte público, durante toda su historia, careció de políticas públicas que reconozcan y acompañen la función que realizan.
Así lo explicó Gabriel Uguelli, secretario general de la Asociación de Peones de Taxis de Resistencia, en contacto con Radio Libertad, quien describió esta situación y demandó acciones para evitar su desaparición.
«Estamos viendo la posibilidad de que el Gobierno una vez por todas, no únicamente a nivel provincial, sino también nacional, porque nosotros estamos nucleados en la federación de taxis, comiencen a ejecutar políticas públicas para el sector», expresó.
Aumentos
Uguelli en primera medida aseveró que «debido al aumento del combustible se tuvieron que ajustar las tarifas, hoy la mínima está en $220, y todo lo que trae aparejado, al aumentar el combustible, se aumenta todos los insumos con los que trabajamos diariamente, aceite, correas, repuestos en general».
«También se traslada al alquiler diario del chofer, porque algunas modalidades de trabajo es el pago del alquiler diario del vehículo. A parte, también, que depende de cada propietario de base, tienen una tarifa semanal o mensual del servicio de base», continuó explicando la metodología de trabajo.
«Además, los alquileres estaban antes de aumento, entre $2.500 y $3 mil diarios, y necesitamos un aproximado de $2.500 de combustibles por día, medianamente para moverse. Es decir que el chofer se sienta en el auto y sabe que tiene $5 mil en contra», relató.
Mientras que por otra parte, aseguró que mensualmente un chofer trabajando de 10 a 12 horas diaria gana entre $25 mil y $35 mil mensuales.
Otras víctimas de la pandemia
Como si fuera poco, la pandemia vino a dar un tiro de gracia a esta situación. «Estos dos años no dejaron con 1.000 unidades menos, esto implica que casi 1.500 familias quedaron a la buena de dios, se perdieron esas fuentes de trabajo», dijo.
Según los cálculos realizados, esto significa un 45% de unidades menos habilitadas en seis municipios, precisó. «Antes de la pandemia en Resistencia, Barranquera, Vilelas, Fontana, Barranqueras, Sáenz Peña, Las Palmas, teníamos 2.659 unidades habilitadas hoy tenemos 1.487, lo que quiere decir que 1.142 unidades salieron de servicio», relató y dimensionó: «De 689 taxis que existían, porque el único municipio que habilita taxis es Resistencia, hoy quedan 520, es decir 169 taxis menos hay.
De 850 remises en la Municipalidad de Resistencia, quedan 283, salieron de circulación 567. Fontana tenía 280 unidades habilitadas de remises, la pandemia dio de baja 205 unidades, quedan 75 es uno de los municipios que más revés sufrió el revés de la pandemia».
En este punto, además, radica la explicación de porqué en horas picos no se consiguen unidades, o en las centrales acusan largas demoras. Asimismo, el referente resaltó: «Nuestro servicio, que es de transporte de pasajeros, calculamos el estimativo de lo que generamos semestralmente y anualmente.
Un vehículo al año con gastos, cuotas, lavadero, seguro, patente, cubiertas, todo lo que infiere el funcionamiento está en $2.100.400 anuales, si se multiplica por la cantidad de vehículos que tenemos registrados 1.487, nuestro sector maneja más de $3.100 millones anuales somos uno de los sectores que mayor movimiento genera en toda la provincia en este caso». «Entonces no puede ser que existan políticas públicas para ver cómo podemos sacar adelante esta actividad», cuestionó.
Tras lo cual advirtió: «Estamos en una instancia en la que si seguimos en estas condiciones vamos a empezar a desaparecer, y no hay que olvidarse, que nosotros además oficiamos de serenos, de ambulancieros, somos los que movemos la ciudad de noche, porque existe una vida de noche, tenemos muchas funciones y no es posible que no haya una mirada».
También recordó que se trata de una fuente laboral para muchas familias: «Los choferes construyeron sus casas y educaron sus hijos con esta actividad». «Entre las medidas que pueden colaborar a la mejora, se encuentra una tarifa diferencial para el combustible que de hecho se está tratando con el Ministerio de Energía de la Nación, con la Federación», aseguró.
Y seguidamente recordó: «El combustible tiene varios impuestos, el que más pesa es el impuesto de transferencia de combustible, que implica el 55% del valor del combustible, entonces si tenemos una nafta a $100, $55 lleva el Estado en impuesto, más otro impuesto de 8% y otro de 2% que es provincial, si se suma eso entre el $65 y $73 de impuesto lo demás es el valor real de la nafta».
«Nosotros lo que pretendemos es que se baje, pero lo tiene que regular el Ministerio de Energía de la Nación», dijo.
También reconoció que «si bien estamos trabajando ahora en conjunto, acercando informes y demás al subsecretario de Transporte, necesitamos reactivar un poco más. El que puede hacerlo es el gobernador con quien pretendemos tener una audiencia y explicarle esto y trazar lineamientos de trabajo que es lo que en realidad necesitamos».