Según el último informe del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que analizó mayo de este año, elaborado mensualmente por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), se registró un crecimiento mensual frente a abril, del 11,1%. Mientras que la comparación interanual, la producción creció 47%. Sin embargo, cuando se toma como referencia el mismo mes de 2019, previo a la pandemia, la producción cayó 4,3%. De esta forma, en los primeros cinco meses del año, la industria pyme acumula un alza de 20,2% frente a iguales meses de 2020 y una baja de 8,1% frente enero-mayo de 2019.
En mayo de 2020 la producción de ese sector había caído 34,9% anual, con lo cual se esperaba una recuperación fuerte en las tasas de variaciones del mes. No obstante, para los próximos meses se anticipan tasas de crecimiento más suaves, pero irá reduciendo su brecha con 2019, incluso a pesar de las nuevas medidas de aislamiento. Si bien este informe pudo demostrar señales de recuperación en mayo, también registró grandes diferencias entre rubros. Por lo tanto, si bien estadísticamente se crece, ya que comparada con 2020 la actividad registra un repunte importante especialmente en aquellos sectores que más cayeron el año pasado, seis de cada diez industriales señalan que la situación de su firma todavía es regular o mala. Comparando su situación actual con mayo 2019, antes de la pandemia, 49% señaló que es peor, un reflejo del trayecto que resta recorrer para normalizar el sector productivo.
En declaraciones a Radio Facundo Quiroga, Alfredo González, referente de Came, señaló que «si bien son números alentadores, todavía falta bastante como para poder reactivar completamente la producción».
Pandemia
y recesión
Más adelante González recordó que durante el primer año de la pandemia, «a pesar de la restricción muchas siguieron trabajando, aunque con dificultades». En este punto recordó que «en el caso de la provincia, por ejemplo, no tuvimos restricciones para trabajar, únicamente los primeros quince días de marzo, luego fueron habilitadas la gran mayoría de las industrias para poder trabajar, pero por supuesto en muchos casos hubo problemas con el Covid, por el cual muchas personas no podían llegar a sus lugares de trabajo, y fueron trabajando con el equipo diezmado», precisó. «Eso hizo en muchos casos que las industrias hayan liquidado stock y luego comenzaron los inconvenientes para la reposición debido a la falta de insumos», detalló.
«Si hacemos un paralelismo con el comercio y servicio, la industria misma, cuando entramos el año pasado en pandemia, veníamos de 20 meses de bajas de ventas con respecto a comercio y servicio y por supuesto industria también venía con una baja así, por lo que lamentablemente muchas industrias pymes han entrado en una situación complicada en esta pandemia y lamentablemente para muchos fue un tiro de gracia y no lograron sobrevivir al primer año de que fue 2020», precisó el referente.
Al analizar por región, González aseguró que «esta reactivación se da en todos lados», sin embargo reconoció que «hay lugares donde las restricciones son mucho más fuerte, más delicadas también, afecta mucho en el AMBA porque a pesar de todo somos un país unitario, para nada somos federales todavía, hace 200 años que se viene con esta idea, pero realmente todo pasa por el Gran Buenos Aires, donde están la mayoría de las grandes industrias y los proveedores y también los grandes precursores de los precios de base», reconoció. «Como esta pandemia afecta mucho toda esa zona del AMBA donde se producen las grandes industrias pymes también, más allá que en el interior hay industrias, no en la misma masividad de la zona céntrica del país, entonces esta pandemia indudablemente afectó mucho más a esa zona», resaltó. «En nuestra provincia no se ha dejado de trabajar, al haber menos circulación hizo que haya menos producción, pero en un grado menor con relación a las grandes ciudades».
Más exportaciones y construcción
En su informe la Came analiza las causas de este crecimiento registrado en el cual destacaron dos factores que traccionaron al sector industrial pyme en mayo: el crecimiento de las exportaciones industriales (+85,3% anual), especialmente a Brasil, que es el principal mercado de las pequeñas y medianas empresas y los envíos de manufacturas industriales crecieron 169,8% anual ese mes; y la demanda de insumos de la construcción, donde a las ventas asociadas a pequeñas refacciones y ampliaciones se sumó la recuperación de la obra pública y de la obra privada de mayor magnitud.
Más allá de los números, muchos industriales pyme consultados aclararon que el crecimiento que tienen no refleja la situación real de la empresa, que atraviesa momentos de incertidumbre, complicaciones financieras y falta de rentabilidad. Es que, si bien el 42,9% de las industrias dijo haber tenido rentabilidad positiva en mayo, otro 57,1% tuvo rentabilidad nula (38,5%) o negativa (18,6%).
Otro problema marcado son los precios de reposición: «La incertidumbre es total, vendemos a un precio y a los pocos días queremos reponer insumos y no hay, o subieron 15%, 20%, entonces cuando vendemos no sabemos si vamos a ganar o perder», dijo el dueño de una empresa de conserva de frutas de Mendoza.
En mayo la industria pyme operó con un 67,1% de su capacidad instalada, casi 20 puntos por encima de mayo 2020, y 9 puntos mayor a mayo 2019. En el aumento frente a 2019 en el uso de las instalaciones incide que, frente a las dificultades financieras, algunas industrias vendieron parte de su capital de producción. Eso queda de alguna manera reflejado en la proporción relativamente elevada de empresarios que manifestó tener planificado realizar inversiones en los próximos seis meses (26,3%), aunque en algunos casos muy ligados a la posibilidad de obtener financiamiento. Hay sectores donde las entregas se están pautando con varios meses de retraso.
Entre algunos casos de inversiones previstas, se encuentra una fábrica de electrodomésticos de la zona oeste del GBA cuyo titular afirmó que viene realizando importantes inversiones en capital de trabajo, como adquisición de un horno de secado, robots industriales, máquinas dobladoras, y están entre sus planes las mejoras en la infraestructura y un incremento en la capacidad de producción.
En abril la construcción sumó 270 nuevos empleos
Un informe publicado por la consultora Politikon Chaco, en base a datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), afirma que los puestos de trabajo registrados en el sector de la construcción en el Chaco tuvieron, en abril 2021, un crecimiento del 73,9% contra el mismo mes del año anterior, siendo el cuarto incremento consecutivo de este tipo y, ayudado por la baja base de comparación, muestra la mayor suba en 155 meses. A su vez, en la comparación mensual también registró un alza, que fue del 5,9%, siendo el segundo más alto del NEA y tercera del país.
Por su parte, la situación de los salarios continúo mostraron subas: registraron un alza en términos reales del 16,8% en la provincia, empujado por acuerdos paritarios.
En la provincia, por su parte, los puestos de trabajo en la construcción en abril totalizaron 4.832: creció un 73,9% contra el mismo mes del año anterior (muy por encima del nivel nacional, siendo a su vez la más alta del NEA y segunda en el país, detrás de La Rioja), logrando así su cuarta alza consecutiva. Este incremento equivale a la recuperación de 2.053 puestos de trabajo en el sector en la provincia.
Si bien la tendencia creciente en la provincia muestra que hay una recuperación efectiva, también influenció mucho en el resultado final la base comparativa siendo que, en abril de 2020, a partir de los efectos del ASPO, el Chaco había registrado su mayor caída (41%) en este concepto. Ante esto, mayores flexibilizaciones y una transición hacia una nueva normalidad resultaron en un rebote muy fuerte. Para tomar una dimensión de lo que implica este rebote, en abril 2020 fue la primera vez en trece años donde los puestos de trabajo en la construcción en el Chaco eran inferiores a los tres mil, graficando claramente el impacto del ASPO, por un lado, y de la crisis que atravesaba el sector en los dos años previos.
A su vez, en lo referido a la comparación contra el mes anterior, el empleo en el sector también tuvo un buen desempeño: mostró su cuarto incremento consecutivo, siendo en este caso del 5,9%, sumando 270 nuevos puestos de trabajo durante este mes. De este modo, tiene la segunda suba más alta del NEA (detrás de Misiones) y la tercera mayor de todo el país.
Como se indicó previamente, la suba interanual que registró el Chaco durante abril fue la más alta en 155 meses: el inicio de la serie se da en junio de 2007, y desde ese momento a hoy nunca se había visto una suba de esta magnitud. Por supuesto, tal y como se detalló, el impacto del ASPO en abril 2020 influye en gran medida en este resultado.