La polémica volvió a emerger luego de un cuestionado fallo judicial según el cual los abusos cometidos por los militares contra los soldados ya prescribieron. Para la jueza Ana María Figueroa las torturas se dieron en el marco de un gobierno de facto y son crímenes de lesa humanidad.
Las supuestas torturas cometidas por exmilitares contra sus propios soldados durante la guerra de Malvinas podrían quedar impunes, si prospera la postura de que esos hechos no constituyen delitos de lesa humanidad, como convalidó esta semana un fallo de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal.
La implicancia de los fallos
Voceros judiciales explicaron que el tema resulta «medular» en el caso porque, si se determinara que no se trata de delitos imprescriptibles, los algo más de 100 exmilitares imputados de estaqueamientos y enterramientos a conscriptos de su propia tropa deberían ser sobreseídos en forma definitiva, al no poder ser juzgados por hechos sucedidos hace 39 años.
El encuadre jurídico de estos episodios ya generó controversia con anterioridad, cuando la misma cámara casatoria, aunque con otra integración, determinó en 2009 que no podían ser considerados delitos de lesa humanidad ante lo que consideró falta de evidencias de que existió un plan sistemático del Estado contra los combatientes.
Ese fallo benefició a Jorge Eduardo Taranto, un exsubteniente del Regimiento 5 de Paso de los Libres, a quien señalaban como partícipe de cinco hechos de torturas a los soldados y que fue finalmente sobreseído en 2010 por prescripción de la acción penal. En el caso que acaba de resolver Casación, se trató la situación de Jorge Oscar Ferrante, quien en 1982 también era oficial del Regimiento de Infantería 5 y cuya defensa planteó ser alcanzado por el precedente de Taranto.
La Cámara no se expidió esta vez sobre el fondo de la cuestión y resolvió por mayoría que el tema de la prescripción era «cosa juzgada» porque ya había sido resuelto en 2009, con lo que reafirmó el criterio anterior. Sin embargo, en el expediente conviven opiniones encontradas sobre el mismo asunto, todas fundadas y apoyadas en antecedentes jurisprudenciales.
La Corte: la última instancia
La última palabra sobre este debate parece tenerla ahora la Corte Suprema de Justicia, que en el precedente de Taranto no llegó a expedirse porque el fallo de Casación había quedado firme antes de llegar a esos estrados.
Cuando la Corte resuelva el incidente de Ferrante se sabrá si lo ocurrido en la guerra de Malvinas con los propios soldados argentinos puede ser juzgado 39 años después, o si quedará impune para siempre.
Telám