La vicegobernadora Analía Rach Quiroga y la directora de Economía, Igualdad y Género de la Nación, Sol Prieto, presentaron el miércoles el Índice de Crianza (IC) para el Chaco, indicador que establece la estimación mensual del costo de crianza de niñas, niños y adolescentes.
El Chaco es la primera jurisdicción argentina que cuenta con un IC que, según Rach Quiroga, marca la historia de «conquista de derechos que venimos transitando, luchas históricas de colectivos feministas, disidencias y este índice es una herramienta muy importante y necesaria, que puede lograrse con decisiones políticas gracias al gobierno provincial y nacional».
La vice repasó los artículos del Código Civil y Comercial que establece la obligatoriedad de ambos progenitores para brindar recursos y cuidados para la subsistencia de hijas e hijos.
El (IC) busca medir el costo de provisión de bienes y servicios esenciales para la primera infancia, niñez, adolescencia (de 0 a 12 años) y el costo de sus cuidados. De esta forma, implementar este instrumento servirá a organismos estatales como a la sociedad civil como una herramienta para informarse, tomar decisiones y desarrollar políticas públicas.
Cómo se compone el índice de crianza
Este IC es una canasta que se compone de dos partes esenciales: se considera el valor de todos los bienes y servicios necesarios y también, se evalúa el costo de dedicar tiempo a las tareas de cuidado.
El indicador fue elaborado gracias al trabajo entre la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Géneros y el Indec y fue publicado en junio de 2023, cuando el Chaco se sumó a este proyecto en un trabajo junto con la Unidad de Políticas para la Igualdad; la cartera de Planificación, Economía e Infraestructura; la secretaria de Derechos Humanos y Género; y el Instituto Provincial de Estadística y Ciencias de Datos.
Cuál fue el costo de criar en el Chaco
en junio de 2023
La canasta de crianza (compuesta por costo de bienes y servicios más el costo del cuidado) para la atención de menores de edad de 1 año tiene un costo actual de $104.008,8; de niñas y niños de 1 a 3 años, el costo es de $122.427,2; de 4 a 5 años es de $99.085,1; y de 6 a 12 años, es de $94.534,4.
El gasto en alimentos aumenta conforme crece la edad de la persona cuidada y va desde los $20 mil superando el $60 mil. Este aumento dependerá también del aumento de su consumo, así como de necesidades nutricionales.
En cuanto a las horas mensuales dedicadas al cuidado, según el rango etario de la persona cuidada llega a alcanzar las 168 horas mensuales (en el rango de 1 a 3 años) y luego, disminuye para los siguientes rangos etarios.
Prieto, tras realizar la exposición del IC, explicó que «la idea es que se constituya como un valor de referencia para los casos de juicios por cuota alimentaria, pero también para organismos que trabajan por los derechos de niñas, niños y adolescentes, así como para defender los derechos de las mujeres que están a cargo de hogares monomarentales (hogares a cargo de mujeres)».
Según datos de Unicef, en 2022 el 50% de los hogares en los que el padre no vive con niñas y niños, no recibió dinero en concepto de manutención en los últimos seis meses. El 27,4% de las jefas de hogar de estos hogares tuvo ingresos por debajo de la línea de pobreza y el 5,3% tuvo ingresos menores a la línea de indigencia. El 59% de hogares monomarentales destina más de la mitad o casi todos sus ingresos al pago de deudas o atrasos, mientras que el 73% usa el crédito para comprar comida o medicamentos.
Por su parte, la directora de Economía, Igualdad y Género, Iara Tejeda Martínez, celebró la jornada como «un día importante para la provincia» y ratificó que este tipo de política pública «tiene que ver con un compromiso de un proyecto político que entiende que la cuestión de la cuota alimentaria y la cuestión del índice de crianza es un problema económico».
«Este índice viene a ponerle un número a la cuestión de los cuidados, a cuánto cuesta cuidar y criar a un niño o niña adolescente y es una es una iniciativa para empezar a hablar hacia adentro del Poder Judicial y es una herramienta para ser tomada como referencia, especialmente en el caso de mujeres que enfrentan procesos de regulación de cuota alimentaria», acotó.