La “Operación Jazmín” se inició tras la denuncia de la madre de un niño de 12 años víctima de grooming. Dos personas fueron detenidas en allanamientos simultáneos realizados en Sáenz Peña.
Una compleja investigación permitió desbaratar una red de abuso sexual infantil que operaba a través de redes sociales en la ciudad de Sáenz Peña. La “Operación Jazmín”, desplegada por la Policía del Chaco junto con áreas especializadas en ciberdelitos, culminó este lunes con allanamientos simultáneos, secuestro de dispositivos electrónicos y la detención de dos personas.
La causa se originó a partir de una denuncia presentada el 10 de mayo por la madre de un niño de 12 años, quien había sido víctima de grooming. De acuerdo con fuentes oficiales, el menor fue contactado a través de un perfil falso en Instagram, desde el cual se hacían pasar por una mujer para obtener imágenes íntimas. Luego, comenzaron las amenazas: una voz masculina lo extorsionó por WhatsApp, afirmando conocer su domicilio y amenazando con dañar a su familia si no continuaba enviando contenido.
Ante la gravedad de los hechos, intervino el Ministerio Público Fiscal y se inició una investigación que incluyó análisis forenses de redes sociales, rastreos telefónicos y seguimientos digitales. El trabajo coordinado permitió identificar a tres personas presuntamente implicadas en los delitos de grooming, coacción y distribución de material de abuso sexual infantil.
La rápida intervención de la Policía del Chaco y el Ministerio Público Fiscal permitió desbaratar una red que utilizaba perfiles falsos para engañar, extorsionar y distribuir material ilegal de abuso sexual infantil.
Este lunes, por orden del Juzgado de Garantías de Sáenz Peña, se realizaron dos allanamientos simultáneos en los que participaron las divisiones Ciberdelitos Contra la Niñez y Adolescencia, Investigaciones Complejas y Estrategias Investigativas. Dos personas—un hombre y una mujer—fueron detenidas y quedaron a disposición de la justicia.
Desde el Ministerio de Seguridad y la Policía del Chaco se destacó la articulación entre las distintas áreas para lograr resultados efectivos. Además, se insistió en la importancia de que las familias monitoreen la actividad digital de niños y adolescentes, fomenten el diálogo y denuncien cualquier situación sospechosa.
“La prevención es clave. No se trata solo de reaccionar, sino de evitar que los chicos queden expuestos a estas redes delictivas”, señalaron fuentes policiales.