El Congreso de la Nación aprobó el Presupuesto 2026, una de las principales herramientas económicas del Gobierno nacional y eje central del cierre del período legislativo. La norma fue sancionada sin modificaciones respecto del texto previamente aprobado en la Cámara de Diputados, consolidando la estrategia fiscal impulsada por el oficialismo.
Durante el debate en el Senado, desde el Ejecutivo remarcaron que el proyecto mantiene intactas sus metas fiscales y financieras. El Presupuesto ratifica el principio de déficit cero, con límites estrictos al gasto público y un resultado financiero alineado con el programa de ordenamiento macroeconómico. Las negociaciones para lograr la sanción definitiva fueron encabezadas por la senadora Patricia Bullrich.

En cuanto a las proyecciones económicas, el Gobierno estima para 2026 un crecimiento del PBI del 5%, una inflación anual del 10,1% y un tipo de cambio oficial de alrededor de $1.423 por dólar a diciembre. Además, se habilita al Poder Ejecutivo a administrar la deuda pública mediante canjes y reestructuraciones, sin aumentar el stock total.
El texto también contempla la reducción progresiva de subsidios económicos, especialmente en energía y transporte, priorizando a los sectores de menores ingresos. El gasto social está garantizado según la fórmula de movilidad vigente y no se prevén nuevos impuestos ni aumentos de alícuotas, con el objetivo de sostener la estabilidad tributaria.

