En una reciente audiencia con los nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede, el Papa León XIV dejó en claro que la institución que encabeza no va a mirar para otro lado frente a las graves injusticias, las desigualdades y las vulneraciones de derechos humanos que afectan a millones de personas en el mundo.
El pontífice señaló que la diplomacia del Vaticano está “constantemente orientada al servicio de la humanidad”, con especial atención a los pobres, a quienes viven en condiciones de vulnerabilidad, a los marginados. Añadió que la solidaridad, la verdad y la justicia deben guiar la labor internacional de la Iglesia, en un momento en que la comunidad internacional enfrenta conflictos, desigualdades crecientes y una profunda fragilidad social.
Con sus palabras, León XIV sigue la tradición de su predecesor, reafirmando que la fe y la acción social deben caminar juntas. Para ello, convocó a los embajadores a fortalecer el diálogo multilateral, promover la cooperación y trabajar desde la diplomacia con el objetivo de construir un mundo más justo, fraterno y solidario.

